Buscar este blog

domingo, 11 de marzo de 2012

DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER - Marzo 8

ORIGEN Y PRESENTE 
INTRODUCCION
1.    Historia del 8 de marzo
En 1907 en New York 127 mujeres que trabajaban en una fábrica de confecciones quedaron atrapadas y murieron incineradas en un incendio de vastas proporciones y sobre el cual se cree fu intencional.
Ellas estaban solicitando 3 derechos
1.    ya que la fábrica quedaba en un sótano húmedo y oscuro pedían que se le mejorara sus condiciones
2.    Trabajaban 18 horas que se les rebajara a 12
3.    Se mejorara sus salarios pues estos eran de hambre
Ellas estaban tiñendo unas telas de color violeta, por eso se usa el color violeta como el color de la mujer.
En 1909 se realizó La Gran marcha en conmemoración del 8 de marzo de 1907. Se llamó la marcha del Pan y Rosa (Pan porque simboliza trabajo, salud, techo, etc, y Rosa porque simboliza vida, amor, afectividad, placer)
En 1975 La ONU declaró este año como el año Internacional de la Mujer y bajo esta celebración declararon el 8 de Marzo (en México)  como el Año Internacional de la Mujer. Así que esta celebración tiene su inspiración en la muerte de 127 mujeres en su mayoría inmigrantes ( de otros países y seguramente también desplazadas).

1.       LA HISTORIA DE LAS MUJERES: La Realidad de las mujeres en este mundo ancho y ajeno

Las mujeres formamos cerca del 55% de la población mundial. Como quien dice somos la mayoría de la humanidad. Sin embargo, somos víctimas de todo tipo de discriminaciones culturales, sociales y económicas en razón de ser mujeres. Veamos algunas realidades que reflejan estas situaciones:

1.    Alrededor de 4 mil  millones de personas viven en el mundo en la pobreza absoluta. Y de esas cuatro mil millones de personas, la mayoría, un 60% somos mujeres.
2.    Más de 800 millones de adultos son analfabetas, no saben leer y escribir. Y de esos 800 millones, casi un 65% son mujeres.
3.    Las mujeres asumimos en casi todas las sociedades del planeta la mayor carga de trabajo social, no solo en los hogares, sino trabajando afuera de la casa para ganar dinero con el cual sostener a los hijos y demás miembros de la familia. Según algunas estadísticas nosotras realizamos casi el 65% del trabajo social, mientras los varones apenas hacen el 35%
4.    Sin embargo, ganamos en promedio un 30% menos de dinero en nuestros trabajos que los hombres. Existen algunos países, muy pocos, donde se da una relación de igualdad en los ingresos económicos de hombres y mujeres, como es el caso de Suecia, Finlandia, Dinamarca.
5.    Desde nuestra más tierna edad sufrimos los abusos y violencias físicas de los varones en las familias.  Millones de niñas son víctimas de las agresiones de los adultos, situación que se va repitiendo dolorosamente a lo largo de sus vidas.
6.    En Europa, en países desarrollados como Bélgica o Noruega, el 25% de las mujeres adultas han sido golpeadas y abusadas por sus esposos y compañeros. Mientras tanto, en América Latina el porcentaje sube a casi el 35% de las mujeres. Los datos son todavía más negativos en países del África como Uganda o Kenia, donde el 46% de las mujeres son víctimas de las agresiones de sus propios compañeros.
7.    Lo peor es que las tradiciones culturales y religiosas de muchos países del mundo plantean a las mujeres como seres dependientes de los varones, incapaces de asumir en nuestras propias manos nuestro destino.  Países como Afganistán, en el Asia, dominados por un radicalismo religioso musulmán, prohíben a las mujeres la asistencia a las escuelas y el trabajar fuera de sus casas.
La asistencia médica les está negada, porque se las considera poco menos que animales domésticos propiedad del marido o del padre de familia.  El suicidio y las enfermedades mentales han sido algunas de las respuestas de las mujeres de Afganistán a esta terrible situación. Ejemplo que ilustra en Afganistán la realidad, el  caso de los terremotos y la orden de solo salvarles la vida a los varones.
8.    En varios países de África se continua  practicando la mutilación genital de las adolescentes, práctica que a pesar de haber sido denunciada internacionalmente continua siendo tolerada por los gobiernos de los países donde se usa como ritual para “asegurar” la fidelidad sexual de las mujeres a sus compañeros o maridos.
9.    La explotación sexual y otras  plagas.  La prostitución femenina es un mal extendido por buena parte de los países del mundo. Países como Tailandia, Filipinas son promocionados en Europa y EEUU como meca o emporio para el comercio del sexo. Las mujeres obligadas a participar en este comercio son víctimas de las mafias organizadas que a nivel internacional controlan el negocio. En un solo país, como Tailandia, más de un millón de mujeres ejercen la prostitución.
10. Europa occidental y Japón importan mujeres de Asia, Africa, y América Latina para surtir las redes de prostitución existentes en esos países.  No menos de 50 mil mujeres de los países del tercer mundo han sido llevadas a Europa para satisfacer los apetitos sexuales de una parte de los varones de esos países.
11. Las redes de prostitución mueven miles de millones de dólares en este negocio. Fuera de la degradación, que implica para las mujeres la prostitución hay que añadirle las violencias de que son objetos por sus clientes o “protectores”, así como la facilidad de contraer enfermedades mortales como el SIDA.
12. En el Africa el SIDA más que una enfermedad es una verdadera plaga bíblica, que amenaza con derrumbar los cimientos, las bases sociales de muchos de esos países.
13. Y las mujeres somos las principales víctimas de la enfermedad.  En un país como Zambia, el 25% de las mujeres están contagiadas con el SIDA.  La destrucción de la organización familiar, de la economía y de las redes sociales que facilitan la convivencia comunitaria son algunas de las consecuencias de la extensión del SIDA en el Continente Africano.

2.       CONSTANTE HISTORICA SOBRE LA QUE SE ASIENTA LA OPRESION DE LA MUJER   : EL PATRIARCADO

Sistema patriarcal es aquel que otorga al hombre el privilegio y el papel de dominador en la sociedad. El patriarcado hunde sus raíces en las etapas más tempranas de la historia de la humanidad, se normaliza desde antiguo atravesando épocas, culturas y clases sociales, y en todas ellas incrusta su contenido de dominación masculina y es aceptado como natural y normal por varones y mujeres.
Se quiere justificar la diferenciación de poder, educación y trabajo entre hombres y mujeres, por criterios de orden biológico. En realidad  esta diferenciación corresponde  mayoritariamente a intereses sociales, culturales y económicos. Actualmente el patriarcado se manifiesta en cuatro niveles: familiar, económico, laboral y social.

pensamos .... reflexionamos ....

Lo “complejo” produce incertidumbre; mayor complejidad aumenta este sentir.

¿Por qué nos gusta tanto simplificar las cosas en vez de reconocer la complejidad como una oportunidad de misterios indefinidos e inacabados? ¿Por qué necesitamos comprender todas las cosas, tanto en sus partes como en su totalidad? ¿Por qué nos cuesta tanto  aceptar lo imprevisto, lo impredecible, lo inacabado? “Al principio todo fue un caos…” así empieza el libro de Génesis, narrando a continuación la creación de Dios en siete días y como Él lo ordenó.  Siendo parte de esta creación en orden, estamos esclavizados a la necesidad de vivir en un mundo ordenado donde cada parte se justifica y se entiende por sí y en interrelación con los demás.
Por ello estamos en búsqueda permanente del orden, es decir de la verdad que nos hace comprender el origen y funcionamiento del todo y de todos, de tal manera  que nos podemos ubicar mejor de manera relacional, tanto en nuestros contextos cotidianos como en el contexto global de la sociedad mundial contemporánea.
Es por ello que no es fácil aceptar que la búsqueda del orden es una búsqueda sin fin, más bien es de forma espiral que camina luego de un cierto tiempo etapas parecidas de nuevo, siempre de carácter teleológico, consciente de que nunca llegará a una verdad final de carácter absoluto.
Aquí se establece el dilema del ser humano, que se encuentra en la dialéctica del querer y del poder, aún más en la dialéctica del posible deseo y de la imposibilidad de alcanzarlo. Esta tensión dialéctica produce dentro de nuestro ser incertidumbre, dudas, escepsis frente a lo que va a venir (porque no sabemos qué es) y tratamos con la perfección humana (que por supuesto siempre está fragmentada) de evitar estos sentimientos, tapando la realidad con nuestra capacidad de interrumpir los procesos de prueba de manera arbitraria manifestando así pseudo-verdades confiando en ellas como garantes absolutos de nuestra vidas.
Lo podemos observar en los diversos sectores de nuestra sociedad tanto en áreas seculares laborales como en áreas espirituales religiosas e/o ideológicas personales. Ningún ser humano está protegido de manera absoluta de no caer en este error de confiar en garantías engañadoras, producto de sí mismo,  que más bien reducen nuestras vidas a la dimensión humana y niegan cualquier existencia más allá, o sea cualquier realidad más compleja, todo esto sucede por el gran temor de la incertidumbre.

Tesis de Licenciatura en Educación: